«Después de la publicación de su primer caso en «Estudio en escarlata», hubo que esperar tres años para que, en 1890, Sherlock Holmes reanudara su actividad resolviendo el misterio que se le planteaba en «El signo de los cuatro». Novela previa aún a la sucesión de relatos que poco más tarde habrían de catapultar a la celebridad al famoso detective y a su creador, Arthur Conan Doyle (1859-1930), su acción gira en torno a los avatares de un fabuloso tesoro en la India colonial, afirmándose en sus páginas los que habrían de ser ya en adelante los sugerentes y pintorescos rasgos de la personalidad del brillante investigador.»