En un mundo regido por el orden alfabetico, si se perdieran los primeros volumenes de la enciclopedia y, con ellos, las palabras que contienen, nos quedarfa-mos sin poder abrir, ni abrazar, ni abstraer, ni acariciar. Y todo se desmoronarfa al quedarnos sin abecedaho. Si ordenaramos la realidad segun la primera letra de cada palabra, la gallina seria, indiscutiblemente, antes que el huevo. Pero tambien la muerte llegaria antes que la vida, el hijo antes que los padres у cena-riamos antes de desayunar. Este es el universo imaginario en el que se refugia el protagonista de El orden alfabetico, una fantasia in-fantil que lo protege de la realidad adulta, marcada por la soledad у por un padre enfermo.